A mi gran familia…

Algunas cosas que eran privadas, ahora las dedico a mi gran familia que ya no es sólo de relación sanguínea, es de alma y corazón, decidiendo compartir lo que existe dentro de mi, para transmitir y dejar una huella de lo que quiero q conserven de mi…

El hambre de la eternidad, el suelo de la inconciencia,
el corazón de la inocencia y el ansia de descubrir.

Cada día perseguir un sueño, llorar y caerse,
reír y levantarse, para siempre proseguir…
el brillo de una estrella, que te alumbra
el sol interrumpiendo el sueño y el delirio de mi amor por ti.

El tiempo que se escapa como agua que lucha entre las manos,
el universo escuchando los murmullos, todo eso que se vuelve subir una montaña y es tan solo vivir…

Vivir creando un sueño, acompañado de ti…

Gracias por ayudarme a cumplir todos mis sueños y seguirme en esta travesía que representa la vida…

25.10.10

Más allá de la ilusión y del olvido...

El joven, vestido como un gran caballero deslizándose en el aire a gran altura por fin encontró a su amada, la sintió sin mirarla, simplemente sabía que era ella aunque no la conocía, enlazando su delicada mano caminó a su lado y detuvo su mirada sobre aquellos fascinantes acantilados que solo se encontraban ante los ojos de ambos. Su corazón no quería partir, era la primera vez que se tocaban.

De tanto disfrutar esos paisajes, de tanto compartir la dicha milenaria en tan solo una noche de la mano de su compañera eterna, un pedazo de alma se le fue quedando repartido en cada flor, en cada gema, en cada playa, en cada brisa de hierba, en cada surco del firmamento estrellado con su alma gemela en esos mágicos cielos.

Descendieron sobre un verde valle de esmeraldas. El estrechó la cintura de su amor y la fina tela acarició sus largos dedos con una suavidad de brisa en el rostro. Miró sus ojos, luminosos y profundos como aguamarinas encendidas.

Acercó el rostro hacía sus labios y se entregó en un dulce beso que logró borrar al universo entero, solo eran ellos fundidos en una sola alma con dos cuerpos, ella tan sólo lo miraba sin poder pronunciar palabra por tanta belleza entregada, el acariciaba su rostro mientras le entregaba todo su amor en un segundo beso, sin saber que sería el último, pero eterno.

Sintieron una punzada en el pecho. Ya no se volverían a ver durante medidas de tiempo infinitas. Deberían marcharse, cada uno por sendas opuestas, hasta que algún día, después de haber servido muchas vidas en dimensiones diferentes y envolturas físicas distintas, el Padre y Madre Amor les volviese a unir, luego de cumplidas sus misiones, se abrazaron, proyectaron el máximo posible de luz interior en cada uno de sus corazones y sus miradas cada vez eran mas ancladas en cada uno de los dos por siempre en sueños deseados.

Un estremecimiento hondo les revivió el anhelo de permanecer unidos por la eternidad, de convertirse en un solo ser, como tantas veces lo hicieran, pero el Dios Amor les habló desde muy adentro: “Las almas que se complementan, permanecen siempre unidas, más allá de la ilusión y del olvido”.

Sabiendo que perderían aquella elevada conciencia, se miraron por última vez.

“Recuerda lo que soy en mi interior, llévame contigo como una presencia viva”, se dijeron ambos, pero sin hablar. En aquellas alturas no era necesario hacerlo.

“No te dejes atrapar por la ilusión. Permaneceremos siempre aquí, volando juntos sobre estos acantilados, sobre estos valles, playas y praderas”.

Los ojos de la joven quisieron ser asaltados por una lágrima inoportuna, pero la comprensión la transformó en un sentimiento de esperanza: muy pronto volverían a estar unidos.

Tan sólo ingresarían en la dimensión de las distancias y los tiempos, soñarían la ilusión de envejecer y morir, olvidados de la realidad, pero luego despertarían, nuevamente contemplándose a los ojos, como si acabaran de regresar de un sueño sin tiempo.

Sobre ellos descendió lentamente una luz rosada envolviéndolos y dividiéndolos en dos, retirándolos hacia lugares opuestos del firmamento, pero por más que se alejen y separen entre galaxias y estrellas, un tenue hilo dorado se va prolongando desde un lugar hacia el otro….

Y desde entonces ella solo espera que aparezca la luna llena, para ver transformado a su amado…

A.Wolf

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