Gritaré

¡Te amo, te amo y te amo!

gritaré hasta quedar sin aliento,

gritaré tu nombre hasta que se lo lleve el viento

para que no quede ser viviente

en el mundo sin conocerlo,

hasta que el eco lo aprenda perpetuamente

y lo entone a mi lado

por clandestinos rincones a cada momento

enterándose el universo que solo tú,

eres el dueño de lo que siento.
No existirán días nublados,

ni noches sin estrellas, porque

nuestras miradas estarán conectadas y

nuestras almas eternamente enlazadas,

viviendo deseados al amarnos tanto.
Ahora puedo gritar lo que siempre quise decir

y nada me lo va a impedir…

¡Te amo, te amo y te amo!

sin ti, no sé vivir.
Gritaré que te amo, hasta quedar sin aliento,

porque tú eres el dueño de lo que siento…

¡Te amo, te amo y te amo!
RALG

No quiero...

No quiero más ausencia que estorbe amaneceres,

ni tardes de horizontes sin ti, si aún me amas…

No quiero morir de pena con fuegos de silencios

quemándome en el alma por no saber hablar

y en esos instantes no podernos siquiera mirar.

No quiero que el olvido nos lleve hasta el abismo

vagando por la nada, dejando tanto amor en el alba.

No quiero un cielo, ni desierto sin ti acompañada,

donde mis sueños se evaporen por no encontrarme

cada madrugada en tus brazos enredada.

Te quiero conmigo entre la aurora,

en las tardes de un sol desvaneciendo,

en la brisa que acaricia nuestros cuerpos a distancia,

No quiero más ausencias,

solo quiero tenerte entre mis brazos para siempre,

si aún me amas…

RALG TA1Ch

Quizá...

Quizá me veas,

tal vez me busques

entre las páginas de un libro

sentado en la vieja silla del balcón,

cuando cae la noche

y todo se vuelve silencio.

Soy como toda noche

casi invisible y llena de sombras,

soy como una grieta en el techo

en donde los ojos se quedan fijos.

Soy como una hoja a destiempo

que el viento arrastra sin que me veas.

Quizá me presientas como

una huella imborrable

que queda en la memoria,

como en un viejo libro

que no has terminado

aún de leer.

Lo cierto es que tal vez me busques,

pero, tal vez ya no estaré…

Después de esta noche..

Después de esta noche..

queda el silencio que me acompaña

con las puertas cerradas y las estrellas

que conversan lejanamente en el cielo.

Con la luna vestida de perlas;

el azul de la madrugada llena

de sueños grises.

Con la entrega de promesas interrumpidas

y la melancolía de esa vieja música

que compartíamos tu y yo.

Después de esta noche..

queda la música, el eco de tu risa,

el vacío de tus caricias, un sueño y,

otro sueño disipados por el tiempo;

que me susurran al oído

como la brisa suave

de tus labios al rosar los míos.

Después de esta noche queda…

¡Nada!

¿Dices que me amas?...

Como cada noche, irás y vendrás por mí

exaltado desvelo, dueño de mis noches y días.

Mi dolor callaré hacia dentro,

¡No seas tan sólo un instante ahora!

¡No seas!

¿Dices que me amas?...

No bastaron todas esas noches colmadas

de ternura y hogueras, la dulzura

en tus labios y caricias entregadas.

¿Dices que me amas?

¿Porqué no dejo entonces de anhelarte ansiosamente?

Conjeturar es lo que más realizo y,

por ende mi dolor sucumbe en llanto

que me arrulla en un apacible sollozo.

Este dolor parte con su filo la ilusión

cortando en mil pedazos mi fé y esperanza.

¡Libérame de continuar soñándote!

así perecerá mi urgente necesidad

por saber de ti, permaneciendo

siempre a la espera de encontrar tu mirada.

¿Dices que me amas? Entonces…

¡Devuélveme la sonrisa,

y paz que sentí cuando te conocí!

Estallará mi razón al caer la noche

y aparecerán mis miedos,

veré fantasmas por los rincones,

que me causarán horror

ante la llegada de esa hora espectral.

¡No seas noche ahora!

¡Vuelve a ser tú!

¿Dices que me amas?

¡Regresa al hombre que tiene mi corazón!

RALG

La única mujer que puedo ser...

La única mujer que puedo ser es la que sabe

que el sol para su vida es cada instante...

La que no derrama lágrimas y en su lugar

lanza dardos para sembrar la alambrada de su territorio...

La que no comete ruegos, que opina

y levanta su cabeza agitando su cuerpo...

La que es tierna sin vergüenza y dura sin odios,

que desaprende el alfabeto de la sumisión y camina erguida...

La que no le teme a la soledad

porque siempre ha estado sola...

La que deja pasar los alaridos grotescos

de la violencia y la ejecuta con gracia...

La que se libera en el amor pleno,

la que ama...hasta entregar toda su vida...

Si tu supieras...

Si tu supieras amor inesperado,

que mi respiración se detiene cuando no te veo,

que el mundo sigue y yo…

me quedo perdida por el tiempo,

que a veces lloro porque no te tengo cerca

para sentir tus caricias en mi cuerpo,

que mi cara ahora se transforma en surcos

de dolor y desvelo por sentirte lejos.

Que eres parte de mi todo y solo queda un hueco,

que mi corazón llora porque perdí el tiempo,

mi amado cielo que pronto olvidaste tu juramento,

cambiándolo por otros pensamientos.

Si tu supieras amor,

que poco a poco muero al recordar

esa sonrisa que me cautiva y ahora se ha vuelto

mi mayor tormento que se ahoga en un lamento

por estarte perdiendo y quedarme sin aliento.

Si tu supieras amor, que mi vida te la llevas

a cada momento…

RALG

Despierto...

Despierto y tus ojos me observan

impacientes, sin prisa, esperando

una respuesta que confirme

el sentido de toda una vida,

pero me encuentras sola, ante el tiempo,

sumida en un vacío frío, desafiando

los efectos de una sensación disfrazada

que huye y escapa de mis manos.

Despierto y entiendo que mi camino

empieza donde termina la idea de camino,

que vivió dejándome sólo su anhelo,

llevándome a volar por un océano de sombras,

que aguardan con ganas de devorar la fuerza

que me tiene despierta hoy,

acelerando mi corazón, guiando mi razón

hasta el final de la cordura,

traspasando la línea de lo permitido, y engañando

a mis sentidos, hasta hacerme creer

realmente sin vida.

Despierto y, es tu voz la que suena a lo lejos,

en la distancia, hasta vibrar en mis oídos,

permitiéndome recordar a un Dios que

aparece por instantes intentando equilibrar

mi alma manteniéndola al margen de

esos demonios que atacan para quererme llevar.

Despierto y es el sueño que cada noche

reina en mi cama, cuando compruebo que sigues ahí,

atento a mi sueño, pendiente del grito que salga de mi garganta,

desgarrando los cielos y ardiendo en llamas,

desde lo más profundo de un corazón enfermo, sin esperanzas,

perdido en su rumbo, atrapado en una cloaca.

Y es el amor de tu mirada el que me lleva a soñar

hasta el amanecer, en medio de la nada

y no poder escapar de un mundo que para mi

ya no merece nada, mas que despertar

para mirar esos ojos que me observan

esperando que confirme el sentido de una vida…

Y tan sólo despierto…

Por lo menos en mi memoria...

Quisiera despertar nuevamente a tu lado,

alojarte por siempre en mis pensamientos,

pero la soledad me parece tan cercana

que creo poder detener el tiempo

cuando tu piel me tiene cerca,

pienso en el calor inmenso

que desprenden tus caricias…

y, tengo miedo de despertar,

miedo que termine el día

sin haber escuchado tu voz,

o mirarte acercándote a mi

para recorrer mi rostro como si fuera

de seda y no lo quisieras romper.

Cierro los ojos para poder sentir

un momento tus brazos que sujetan mi cuerpo;

mientras tu rostro encalla en mi cuello

y te conviertes en un niño jugando con

besos sinceros que terminan siempre

en una delicada mordida que

une nuestros cuerpos en uno solo,

es entonces cuando abro los ojos…

No logro verte, aunque tanto lo deseo,

no puedo tocarte aunque lo añore como un sueño, y,

me doy cuenta que aún vives en mis pensamientos

que ese sueño fue realidad algún día,

que tengo tu aroma prendido a mi piel como el primer día,

tu mirada clavada en mis ojos, así como

tus caricias cuando en mi lecho me encuentro tendida.

Me cubro con mis manos, como ayer, como siempre...

te recuerdo y fusiono mis labios con los tuyos,

recorro tu pecho con mis manos ansiosas por tocarte;

por acariciar tu piel hasta llegar a enloquecerme.

Por lo menos en mi memoria...

termino así, con esa mordida que me hace

abrir los ojos que dejan escapar tus alas,

volviendo a despegar tu cuerpo del mío

y como aquella vez…

Como aquella vez…te admiro volando en un sueño

y te vuelvo a guardar en mi memoria...

en este corazón que quito y regalo al tiempo

para que cuando duerma tu regreses

a mis sueños una de estas noches,

mientras tanto permaneces…

Por lo menos en mi memoria…