A mi gran familia…

Algunas cosas que eran privadas, ahora las dedico a mi gran familia que ya no es sólo de relación sanguínea, es de alma y corazón, decidiendo compartir lo que existe dentro de mi, para transmitir y dejar una huella de lo que quiero q conserven de mi…

El hambre de la eternidad, el suelo de la inconciencia,
el corazón de la inocencia y el ansia de descubrir.

Cada día perseguir un sueño, llorar y caerse,
reír y levantarse, para siempre proseguir…
el brillo de una estrella, que te alumbra
el sol interrumpiendo el sueño y el delirio de mi amor por ti.

El tiempo que se escapa como agua que lucha entre las manos,
el universo escuchando los murmullos, todo eso que se vuelve subir una montaña y es tan solo vivir…

Vivir creando un sueño, acompañado de ti…

Gracias por ayudarme a cumplir todos mis sueños y seguirme en esta travesía que representa la vida…

14.10.09

No puedo encontrar silencio...



No puedo encontrar silencio, es ensordecedor el ruido de mis pensamientos, siento que es la desaparición de la confianza, que es tan solo el adelgazamiento de la capa que protege a mi ser del ruido mental. Aunque me basta con conservar la cantidad de despertares durante mi inocencia para sentirme iluminada.

Mi cerebro es un órgano, “tan solo un órgano”, como mi estómago, pero la diferencia es que se está instalando en el poder, adueñándose de todo por el paso de los años, borra la memoria que él mismo maneja. Y como no puedo dejar de pensar, genero ideas incoherentes para dispersarme, todo se trata de la percepción de lo que sucede, y la percepción es lo que determina el sentimiento que ahora siento.

Mientras tanto, observo mi brazo y pienso en las células que lo forman, elijo un espacio al azar, detengo la mirada y sigo sin sentir al igual que lo hace mi corazón, me doy un pellizco sin retirar la mirada, un sonido lejano me distrae y en ese momento me llega el mensaje del dolor, vuelvo a mirar sin dejar de presionar y ese dolor desaparece. Libero mi piel de esa injusta tortura, respiro, recargo mi cabeza sobre el respaldo del asiento y por ese instante los pensamientos quedan callados.

El silencio me abre a voces en todos los idiomas, murmullos, miles, millones de palabras que se entrelazan en una inmensa y única platica íntima: desconcierto, desolación, hartazgo, desesperanza… un grito sonoro que al unísono en afinadas voces concuerda en la plegaria de pedir una respuesta.

Lo experimento cada vez con más facilidad y me conmueve la información que está en mí y que aflora cuando me permito recorrerme y reconocerme, es como una gran biblioteca, la veo y estoy segura que dentro de las portadas hay múltiples expresiones, no necesito confirmarlo, simplemente lo sé; el paso siguiente es consultarlos y uno a uno disfrutar de lo que tienen para decirme.

Al observarme en el espejo de mi corazón me veo como esa biblioteca, el silencio y la respiración me indican que llegó el momento de abrir cada libro y obtener lo que me quiere transmitir.

Acabo de cerrar los ojos, respiro, abro una de esas sensaciones ocultas en el libro y percibo una imagen de mi eterno presente sintiendo la verdad que encierra, me imagino en un centro girando una cuerda con un peso en el extremo contrario al que sostengo con mi mano, la hago girar a mi alrededor, el extremo que gira pierde su imagen a medida que aumenta la velocidad formando una capa, un velo claramente visible, tanto que si en ese momento tomara una fotografía con el mínimo tiempo de exposición vería la cuerda tensa como una línea recta, si el tiempo de exposición fuera el máximo, vería el vuelo, ambas imágenes reflejarían un instante del eterno presente, sólo cambia forma de mirarlas.

Así es como percibo mi existencia, todo sucede en este mismo instante, la cuerda recta es mi vida en este momento, el vuelo la suma de todas mis vidas. Es decir que el tiempo no existe en la forma en que normalmente lo miro. Me imagino que el principio del giro es mi vida ahora, si tomamos otra la imagen sería mi vida junto a mi seres amados sonriendo, otra, un momento de inspiración junto a mis amigos jugando con nuestro futuro, otra, un paseo junto a las estrellas, otra, el momento en que una bala atraviesa mi corazón.

El vuelo de esta cuerda es la suma de la realidad de mi alma recorriendo experiencias en su camino de regreso a casa, el regreso a la unión con mi espíritu y alma gemela.

Entonces siento y entiendo que todo ya existe en este momento pero que también es posible escapar de la prisión que genera este órgano que se encuentra en el poder de mí ser. El solo permitirme estar en silencio hizo darme cuenta de la capacidad para jamás dejar de soñar convirtiéndose en la máxima expresión de lo que yo soy, y comprender que todo es ahora y nunca mañana.

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