Escucha lo que no te digo…

No te dejes engañar por mí.

no permitas que te engañe mi apariencia,

no son más que mil máscaras que no me representan

y tan solo confunden la existencia.

Parezco estar segura,

siempre en línea recta por dentro y fuera,

que soy la confianza personificada,

que la calma es mi segunda naturaleza,

controlando situaciones sin necesidad de nadie alrededor.

No me creas, te lo ruego,

puedo parecer tranquila, pero lo que ves

es tan solo una máscara y por debajo

escondida solo yo, como testiga confundida

al no encontrar razón en el mundo para soñar el día de hoy.

No te dejes engañar, que de mi creación soy cautiva,

de esa imagen pretenciosa que me proteja

de las miradas más sagaces salvadoras llenas de amor,

convertidas en instrumentos de libración de los mecanismos

de defensa y las barreras que he levantado hoy.

Escucha lo que no te digo!

puedo parecer tranquila, pero lo que ves

es tan solo una máscara y por debajo

escondida solo yo, con miedo a la mirada

que me pueda transtornar al no estar

acompañada de tu amor.

Quizá temo lo que pueda pensar,

y que mis sueños no se vuelvan realidad,

por eso sigo con mi juego de pretensiones desesperadas,

con una apariencia externa de seguridad

que cobija a una niña temblorosa

cuidando tan solo su inocencia de tan falsa realidad.

No me creas! todo es un desfile de máscaras

que convierte mi vida en ficción,

en donde se cuenta lo que no importa y nada

de lo que en verdad importa se contará jamás,

encontrándose oculto por consumirme cada vez más.

Por eso, cuando reconozcas mi rutina,

¡No te dejes engañar! escucha bien lo que no te digo,

no lo que suelo en cada momento comentar, tiéndeme tu mano

aún cuando parezca que eso es lo último que te podría pedir.

Solo tú puedes sacar a la luz mi vitalidad,

al decirte lo importante que eres para mi

con tan solo un roce de tu corazón

haciéndome estremecer y renacer hoy.

Escúchame, te lo ruego! no te dejes engañar,

tú puedes derribar las barreras tras las que me refugio,

tú puedes arrancar esas máscaras que me tienen prisionera,

tú puedes liberarme de la prisión,

haciendo que tu mirada me transtorne,

hazlo por favor.

¡No me ignores! ¡No pases de largo, corazón!

ten paciencia, porque cuanto más te acercas,

tanto más me revelo contra tu presencia.

Es irracional, pero combato aquello de lo que tengo necesidad

para proteger a esa dulce niña de tan falsa realidad,

pero el amor que habita en ti, es más fuerte que toda resistencia,

y ahí reside mi esperanza.

No te dejes engañar!

ayúdame a derribar las barreras con tus manos firmes,

quita esa mascara con la dulzura que te caracteriza

para salvar a esa niña que hoy mas que nunca

es muy frágil y se vuelve cada vez mas débil,

porque creíste en su apariencia llena le frivolidad

cuando lo único que necesita es tomar de tu mano

para poder levantarse llena de felicidad…

¿Te preguntas quién soy?

Soy aquella niña de las mil máscaras,

sensible en su interior que lucha cual roble

por conseguir los sueños que alguna vez imaginó,

y que te pide ¡No sueltes de mi mano el día de hoy!

¡No te dejes engañar, escucha bien lo que no te digo,

no lo que suelo en cada momento comentar!...